Si usas el sistema de recompensas para cambiar la conducta de tu hijo porque muchísimos expertos las defienden y tú misma crees que el niño se sentirá más motivado por las pegatinas, los gomets o las recompensas que le ofrezcas, te invito a que te lo pienses dos veces. Mira el vídeo de hoy y me cuentas.

Ahora, me interesa tu experiencia. Respóndeme a la pregunta que te hago en el vídeo en los comentarios de abajo.

Un abrazo y hasta la próxima!

15 Comentarios

  • Toñi dice:

    Yo creo que las tablas de recompensas sí pueden ayudar, pero depende de cómo se utilicen. Son una herramienta más, pero no .LA HERRAMIENTA. En otras palabras, no van a hacerte el trabajo. Es muy fácil pensar que con pegar una carita ya estás educando al niño. También es muy fácil pensar que el niño se estresa por la tabla de recompensas. Creo que lo que hay que hacer es crear un juego, hay que jugar con él, y hacer las cosas con él, y ahí puede echarte un cable la tabla de recompensas. Ahora bien, si le das una recompensa por todo ahí es donde pecas, y vuelvo al principio, son una herramienta más, y como tales, tienen sus defectos y sus virtudes, pero depende de ti cómo la utilices. Saludos =)

  • Nadya Torres dice:

    Yo usé las pegatinas o stickers en la retirada del pañal. Tenía tres añitos y no le interesaba dejar el pañal porque no era tema para él. Sabía desvestirse, ponerse ropa, hablaba muy bien, pero el pañal no era tema.
    Lo intenté todo, hasta que un día mi marido nos pilló a los dos en el baño: él sentado en WC y yo en el suelo, los dos con ganas de llorar.
    Me decidí a hacerle un calendario con stickers de caritas felices. Una carita feliz cada vez que iba al baño exitosamente y no se mojaba o ensuciaba. El premio: un camioncito del Paw Patrol Rocky. Listo! En una semana y media “fuera pañales”. No volvió a usarlos.
    Ahora tengo problemas con pataletas en el colegio (en casa no las hace). No quiero usar el calendario de incentivos porque ya está más grandecito y en casa no hace rabietas. Si se enoja en casa le limito la maña con un “no lo hagas” o con una broma que lo hace reír y le cambia el genio. Pero en el colegio no tengo ese control. Ya le he dicho que un día sin rabietas es un punto (como en Howarts), pero me ha engañado mostrándome hojas en blanco de la agenda de notas y ocultando las notificaciones de la profesora. Entendí que la recompensa con sticker o puntos acá no va.
    Sigo intentándolo aunque ya termina el año escolar en Chile y tendré poco tiempo de “laboratorio” para buscar alternativas. El colegio, la psicóloga y yo llevamos tres meses y no hay avances.
    Se agradecen sugerencias.

  • Alicia dice:

    Lo utilizamos durante unos meses, las recompensas no eran materiales….sino del tipo jugar más tiempo con ella, ir de excursión a la playa, campo,hacer pasteles…..al principio funcionó……pero a los dos meses se aburrió y ya no mostraba interés , lo dejamos y ahora razonamos con ella las cosas y nos va un poco mejor. Cuando tiene alguna rabieta o nos disgusta alguna cosa que hace….nos damos espacio y tiempo y con la ayuda del «bote de la calma» y el Emocionario vamos tirando y aprendiendo.

  • Susana dice:

    Yo nunca lo he utilizado, y estoy muy de acuerdo en la idea de que hay que educar en su autoresponsabilidad en lugar de darles recompensas. Pero no se muy bien que alternativa utilizar para que mi hija de 7 años se haga cargo de tareas como recoger sus juguetes, su habitación o ayudar en ciertas labores de casa. Intento decirle que es su responsabilidad, que son sus cosas que todos tenemos que ayudar para que funcione la casa, que yo no puedo dedicarme a recoger todo el día lo que van dejando tirado, pero no tengo mucho éxito, realmente no me hace ni caso, y si lo hace es después de repetirselo muchas veces, llegar a enfadarme e imponerle que no puede hacer algo hasta que haya recogido. Así que realmente me estoy planteando sin no sería mejor idea elaborar con ella una tabla de tareas que realizar y con pegatinas a ver si le motiva, aunque la recompensa sería que ella pueda elegir hacer algo o ir a algún sitio (nunca recompensas materiales) ¿Qué opinais? ¿Conocéis alguna alternativa que pueda servirme?

  • Gloria dice:

    Me parece muy interesante lo que planteas y comparto en parte tu manera de pensar.

    No creo que sea correcto educar a un niño utilizando la técnica de premios, pero como todo en la vida hay caminos intermedios y mixtos. No es lo mismo un niño de 4 años que un niño de 8. Utilizar premios hace que tenga una clara motivación pero en el camino a conseguir ese premio puedes concienciar y explicar las virtudes de hacer la tarea. (Fíjate lo que descubres leyendo, como recoges los juguetes tengo más tiempo para compartir contigo…) No hay un único camino en la educación, mi opinión es que de todos los.metodos se puede conseguir algo positivo que se adapta a cada niño

    Como siempre, un placer escucharte y compartir experiencias

  • Eva dice:

    Hola Olga, es muy interesante lo que dices. Nosotros fuimos a un psicólogo con mi hijo por encopresis y nos recomendó lo de La tabla de las pegatinas, recompensas con sobres de cromos que pegaba en un álbum, luego otras recompensas mayores… pero nada, mi hijo hacía algunas cacas en el wc porque se sentía forzado, pero enseguida perdía la motivación por los premios y todo seguía igual. Pronto empezó a detestar las pegatinas y los cromos, se estresaba enormemente cada vez que le pedíamos que se sentase en el wc para ganar el premio. Así que después de algunas semanas dije basta, y decidimos que íbamos a sonreírle y abrazarle todas y cada una de las veces que se hiciese caca encima, susurrarle al oído que no pasaba nada, que no se preocupase lo más mínimo, que yo le limpiaba ahora mismo y quenadie se iba a que enterar… salíamos de casa con toneladas de ropa de recambio, se lo hacía encima en cualquier lugar.
    Y te juro que era cambiarle unas 7 veces de ropa cada día por escapes continuos, el pobre se moría de ganas de hacer caca y se contenía porque simplemente lo odiaba, solo defecaba por rebosamiento.
    Pero nosotros le consolábamos todas y cada una de las veces, por
    Muy comprometida que llegase a ser la situación, y jamas volvimos a pedirle o decirle que tenía que ir al wc porque ya era grande y todas esas chorradas, casi prohibimos la palabra caca en su presencia…
    Y en dos meses el solito empezó a ir al wc, se relajó y de pronto se le pasó… casi tenía ya 5 años. Ojalá lo hubiese hecho así antes en lugar de seguir los consejos que me daban…

  • Sandra dice:

    Hola! Me encanta la reflexión que relizas en el vídeo, no lo había pensado.
    Yo si usé la tipica cartulina con pegatinas de recompensa pero fue algo temporal y para crear hábitos (como vestirse sola, recoger los juguetes y hacerse la cama). Todo en positivo y hablado previante con la pequeña, lo tuvimos 2 meses y lo quitamos, nos fue muy bien.

    Pondremos en practica lo que dices pero no siempre es facil ya que esa educación es totalmente distinta a la que recibimos nosotros.

    Un saludo y gracias!

  • Eva dice:

    Ay Olga,

    Con las recompensas entras en un tema muy importante porque no sólo tiene tendencia a suceder en el seno de la familia sino que forma parte de lo que culturalmente se entiende por «educar». Si no lo haces tu, lo hace tu pareja, o tus padres / sus abuelos, tíos, o el vecino.

    Y por otro lado, ¡qué difícil es relacionarte con tus hijos de una manera tan radicalmente distinta a cómo tú fuiste educada! Yo siendo consciente de lo que comentas sobre el valor intrínseco del aprendizaje, confieso que muchas veces caigo en el juego de las recompensas… mis hijos tienen 2 y 5 años… ¡qué difícil es!

    La palabra que usas, «adiestrar», ya lo dice todo… Porque yo no quiero adiestrar a mis hijos, lo que quiero es ayudarles a crecer, y crecer yo con ellos.

    Gracias por tu reflexión tan acertada.
    Un abrazo desde Granada.

  • Isabel dice:

    Comparto tu opinión, creo que por ejemplo recoger los juguetes forma parte del juego propiamente dicho y aunque le cueste,lo has de hacer como divertido para que recoja, si está con rabieta que se le pase y cuando esté tranquilo, lo hará si hace falta con acompañamiento. Con mi hijo empezamos a hacerlo pero no le motivaba eso de los gomets o caras sonrientes, no sé si es que no entiendó bien el fin, el hecho es que cogió el folio y lo arrancó.
    Ahora, yo te lanzo una cuestión a ver que te parece, lo hacen en el colegio de mi hijo, y hablando con mi prima me hizo pensar, que opinas de que le pongan una cara triste pintada en el dorso de la mano, cuando supongo se han portado mal? Es una forma de «etiquetar» y que lo vean todos los niños ,al fin y al cabo, cuando en teoría habría que ver que ha pasado para que haya hecho tal conducta, no ?

    Un saludo

    • Eva dice:

      Perdón que me meta, yo no soy psicóloga, pero soy médico y madre. Y no puedo contenerme las ganas de opinar sobre eso que explicas, yo creo que lo que hacen en ese cole de ponerles una cara triste cuando se portan mal es horrible y antipedagogico.

      • Alicia dice:

        En el cole de mi hija utilizan el sistema de las caras enfadadas, tristes y contentas desde infantil hasta segundo de primaria. Lo tienen expuesto en una pared de la clase y a criterio de la maestra ponen las fotos de l@s niñ@s en cada cara segun hayan acatado las reglas. No os podeis imaginaf el estres y angustia que le supone a mi hija y a sus compañer@s de clase.
        Todo esto apoyado por la psicopedagoga del colegio.

        • Raquel dice:

          Dios mio no lo Pueyo creer…. Yo soy de Canarias, pero vivo en Catalunya. Justo ahora estoy haciendo la ruta por los 5 coles de Mi Pueblo y aquí se intenta «respetar» mucho las emociones, en uno de los coles usan el cuento del «Monstruo de colores» para que cada niño ponga el solo su foto en la emoción que siente ese día. Encasillarlos de la manera que comentáis me parece horrible y antipedagógico… cuanto nos queda por aprender.

  • Marta dice:

    Hola Olga,

    Segun mi experiencia, las recompensas son una solución a corto plazo para conseguir un objetivo adulto concreto, pero pronto se da una cuenta de que tener que buscar nuevas recompensas motivadoras hace que esté inviertiendo mi energía en educar en la motivación equivocada.
    Efectivamente, tratar de hacer comprender al niño la importancia y la satisfacción que se obtiene haciendo las cosas por uno mismo es más laborioso al principio pero la recompensa está más alineada con educar niños conscientes.

  • Mar dice:

    Hola, yo lo he usado con mi hija y ha sido una mala idea, en el momento que hemos dejado de hacerlo, todo a cambiado y lo peor es que ahora ella quiere algo a cambio de hacer las cosas. No lo recomiendo

  • Paqui B. Ruiz Sánchez dice:

    Hola, gracias por el vídeo. Estoy totalmente de acuerdo contigo. No soy partidaria de los premios, al igual q tampoco d los castigos, pues lo único q aprenden con los castigos es a mentir.

Responder

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies