
¿Será mi hijo hiperactivo?
A menudo me encuentro en la consulta con mamás de niños muy pequeños a las que, en algún momento, se les ha aparecido el fantasma de la hiperactividad, o del déficit de atención, o de ambas a la vez. ¿Tendrá mi hijo esa horrible cosa llamada TDAH?
Tienes un niño muy movido, que corre y salta y parece que le hayan dado cuerda para todo el día y empiezas a fantasear con la aterradora idea de que pueda ser hiperactivo. O bien, tu hijo se distrae viendo pasar una mosca, no te escucha cuando le hablas o le cuesta mantener la atención en las tareas o juegos y te tiemblan las rodillas imaginando que pueda tener déficit de atención. ¡Tranquila!
Este post no pretende ser un juicio contra la existencia o no del TDAH. Se trata este de un debate muy complejo en el que ni siquiera los expertos se ponen de acuerdo. No voy a ser tan temeraria como para decantarme por una hipótesis o la otra.
Más bien me gustaría poner sobre la mesa dudas que surgen en torno al tema y plantear una forma un poco distinta de ver las cosas. Mi manera de hacer cuando alguien me consulta y lo que hago con un niño que viene diagnosticado con TDAH.
Cada vez más expertos piden precaución con el diagnóstico y el tratamiento del TDAH. Hay muchos intereses de por medio (léase farmacéuticos), cada cual intenta venderte su moto. Muchas páginas web dedicadas a este trastorno están patrocinadas por empresas farmacéuticas. Cuidado dónde te informas. No permitas que te metan el miedo en el cuerpo. Ante todo, precaución y mucho sentido común, mamá.
La medicación
En la mayoría de casos, el tratamiento para niños diagnosticados con TDAH incluye medicación, en concreto metilfenidato y atomoxetina. ¿Adónde nos lleva eso?
- A niños medicados desde muy pequeños. ¿Quiero que mi hijo incorpore un modelo de “Me tomo la pastilla X, que me hace sentir mejor a corto plazo, que me hace funcionar mejor en el día a día, y me olvido del tema”? Te aseguro que no hace falta esforzarse mucho para que los adultos lleguemos a depender física y psíquicamente de un medicamento, o de una droga. Tengo adultos en consulta que han estado enganchados al cannabis (sí, señoras, es una droga adictiva) y, por supuesto, ni hablemos de los antidepresivos. Cuidado, no estoy diciendo que nunca jamás bajo ningún concepto haya que tomar ningún medicamento. Creo que está claro, ¿no? Solo digo que mucho cuidado con la sobremedicalización de las personas, y las implicaciones de ello, no solo físicas sino también psicológicas.
- A encubrir con la medicación síntomas que deberían tratarse como lo que son, síntomas de algo más serio que puede estar pasándole al niño. Es como cuando me tomo un ibuprofeno porque me duele la cabeza. El dolor se me pasa, claro, pero ¿por qué me dolía la cabeza?
- Contraindicaciones y efectos secundarios del metilfedinato: retraso del crecimiento, no se puede administrar a niños menores de seis años; puede provocar insomnio y anorexia.
- Respecto de la atomoxetina: aumento de la frecuencia cardíaca; pérdida de peso, que puede derivar en retraso del crecimiento; síndromes gripales; efectos sobre la presión arterial; vómitos y disminución del apetito.
La modificación de la conducta
También se recomienda terapia de modificación de la conducta. ¿Cuál es el problema de ese tipo de terapia?
- Principalmente, el “amordazamiento” de los síntomas. A mi juicio, la terapia conductual pone una tirita en una herida. ¿Sirve la tirita? Sí, claro, pero no la cura. En lugar de eso, preguntémonos qué le está pasando al niño para que necesite actuar como lo está haciendo. ¿De qué necesita distraerse? ¿Qué le está agitando? Para eso hay que bucear en la emoción, trabajar con el cuerpo. Y tocar herida, claro.
- Tal vez ese tipo de terapia cambie la conducta del niño, disminuya o erradique aquellos síntomas que “molestan” a su entorno, incluso a él mismo, pero ¿dónde quedan sus angustias, sus temores, sus miedos? ¿Quién se las escucha? Tal vez, en lugar de intentar cambiar la conducta del niño, habría que cambiar algo (o mucho) de su entorno.
- Da la sensación de que estamos simplificando muchísimo el psiquismo del niño, ¿no? Muestras un problema de conducta, te lo corrijo y a otra cosa, mariposa. Prefiero trabajar con un niño sabiendo que su síntoma me está informando de que está sufriendo, de que tiene alguna dificultad (la que sea) y que juntos bucearemos en ella para que la resuelva, a su ritmo y a su tiempo.
Los expertos afirman que muchos niños diagnosticados de TDAH están en procesos de duelo, han sufrido muchos cambios (adopción, migración…) o han sido víctimas de violencia, abuso sexual incluido (Bleichmar, S., 1998; Touati, B., 2003; Janin, B., 2004). Ojo al dato.
La escuela
Su hijo no atiende en clase, señora. No termina las tareas a tiempo, se distrae demasiado.
¿Te has preguntado, maestra, si la dificultad la tienes tú? ¿Si la forma en que transmites interesa, estimula, fomenta el amor por el aprendizaje? ¿Por qué siempre tiene que ser el niño el problema? Tal vez seas tú, tal vez sea el sistema educativo en su conjunto.
Vete a mirar escuelas no directivas y verás que allí no hay niños distraídos ni hiperactivos. Un niño que no te atiende puede ser un niño que se concentra poderosamente cuando algo le interesa.
Lo veo cada día en mi consulta. Ayer le propongo a un niño la lectura de un cuento que A MÍ me interesa leerle para tratar un tema determinado y él prefiere que le hable de Harry Potter, o de La guerra de las galaxias, y vaya que si atiende entonces. Con los ojitos bien abiertos y sin perder detalle que lo tengo. Cuando yo sigo al niño, el niño me muestra lo que quiere. ¡Es muy fácil, en realidad!
Pero, en fin, el tema de nuestro sistema educativo da para mil millones de posts y casi que prefiero no tocarlo, que me enciendo.
Ahora, me interesa mucho tu opinión. ¿Qué reflexiones, dudas, preguntas, te surgen al hilo de este post que enriquezcan el debate? ¿Eres mamá de un niño diagnosticado con TDAH? ¿Qué nos puedes aportar de tu experiencia? ¿Te sientes confundida, frustrada, impotente, angustiada? Queremos oírte. Siéntete libre de comentar lo que necesites, este espacio es tuyo.
Por favor, comparte este artículo en las redes sociales con cualquier amiga que pueda estar preocupada por el tema.
Un cálido abrazo y hasta el mes que viene.