
Pegatinas, gomets… ¿Qué tienen de malo?
¿Usas gomets, pegatinas, puntos, estrellas, para cambiar ciertas conductas de tu hijo o para enseñarle ciertas competencias? La mayoría de expertos defiende el uso de las recompensas para reforzar una conducta positiva en los niños. Por ejemplo: quiero que mi hijo recoja sus juguetes, voy y diseño un póster y mi hijo va pegando gomets cada vez que los recoge. Al final, mi hijo recibe un premio (chuches, juguete, privilegio en forma de salida al cine, o lo que sea). La base de la idea es que hay que reforzar con premios o recompensas la conducta que quieres que se repita. Pero, ¿conoces los efectos perjudiciales que puede tener el sistema de recompensas en tu hijo?
¿Por qué no funcionan a largo plazo?
- Porque tu hijo perderá interés por realizar esa conducta cuando dejes de recompensarle, ya que la motivación para hacerla es externa en lugar de interna (la satisfacción de un trabajo bien hecho).
- Porque la recompensa puede dejar de tener interés para tu hijo y, por lo tanto, dejará de sentirse motivado a hacer aquello que tú quieres.
- Otro punto que me parece muy importante es lo que comunicas a tu hijo al usar este sistema. ¿No crees que le estás comunicando que tu amor es condicional en lugar de incondicional? Si te portas como yo deseo, te apruebo; de lo contrario, no te apruebo.
El experto Alfie Kohn propone algunas ideas alternativas que me parecen muy interesantes.
- Habla con tu hijo sobre el comportamiento que no te parece aceptable y dile cómo cambiarlo.
- Piensa en el comportamiento de tu hijo e intenta encontrar el motivo que lo puede estar causando. ¿Hay algo que puedo cambiar? ¿Estoy yo contribuyendo a ello de algún modo? ¿Está mi hijo intentando comunicarme algo? Este punto me parece esencial. Imagina que tu hijo llora últimamente por cualquier cosa. ¿Le pondrás como tarea “no llorar” para que su comportamiento deje de incomodarte, o te pararás a ver qué le puede estar pasando? Para mí, la respuesta está clara.
- Pídele a tu hijo que evalúe su comportamiento. ¿Puedes mejorar? ¿Cómo puedes hacerlo? ¿Estás dispuesto a hacerlo?
A mí me parece que la diferencia radical entre una manera y otra es que la primera pone todo el peso en la obediencia; la segunda, en educar hijos responsables y autónomos. Además, este sistema de recompensas está enteramente dirigido por el adulto, que lo impone en el niño, y es el adulto quien decide si el niño ha hecho bien o mal la tarea asignada. Creo que hay muy poco margen a la autorresponsabilidad, la autonomía, la creatividad del niño.
Si crees que las pegatinas tienen valor como instrumento educativo, tal vez con estos “arreglillos” puedas conseguir resultados no solo a corto plazo, sino también a largo plazo:
- Tu hijo será quien cree el póster si sabe escribir; si no sabe, puede usar imágenes.
- Céntrate en el valor intrínseco de la tarea para explicarle por qué debe hacerla. Por ejemplo: si tu objetivo es que lea cada día un ratito, ¿cuál es el valor intrínseco de la lectura? Es la mejor forma de que te lo “compre”, en lugar de sobornarlo con una recompensa que no aporta ningún valor intrínseco.
- Asegúrate de que todo el proceso sea en positivo. No hay consecuencias por no hacer la tarea, no hay competencia entre hermanos (o entre compañeros si eres profesora); sencillamente, se trata de que el niño haga lo mejor que pueda.
Ahora, cuéntame tu experiencia, tu opinión. ¿Usas este sistema de recompensas? ¿Te sirve? ¿Eres una defensora o una detractora del sistema?
Un cálido abrazo y hasta la próxima.