Hoy arrancamos la nueva temporada de Mama Om hablando de la paciencia, una cuestión que a muchas madres nos cuesta un montón.

Si reconoces que te falta paciencia con tus hijos, un elemento a tener muy en cuenta es el de las expectativas. Si tus expectativas hacia tus hijos no son demasiado realistas, o son demasiado elevadas, cuando tus hijos no las cumplan tal vez te enfades, grites y pierdas la paciencia. Si consigues reajustarlas, aumentarás un poco más tu nivel de paciencia.

Y ahora, te reto a que respondas en el espacio de los comentarios al ejercicio que te planteo al final del vídeo de hoy. Si lo compartes aquí debajo, te lo comento con gusto.

¡Un abrazo y hasta el próximo vídeo!

11 Comentarios

  • Isabel dice:

    Ah! se me había olvidado. Me parece muy importante, pedirle perdón por haberle gritado o por haberme enfadado con ella. No de inmediato sino más tarde, cuando ambas estamos tranquilas. La carita de mi hija de tranquilidad y de agradecimiento, lo dice todo.

  • Isabel dice:

    hola Olga,
    tengo una hija de casi 5 años y un hijo de 2 años y medio.
    Yo veo que pierdo la paciencia cuando mi hija repite mucho una cosa que quiere conseguir. Le doy alguna razón por la cual no se lo voy a dar, comprar, imprimir o dejar hacer y espero que lo entienda y no comience a llorar, gritar y repetir lo que quiere una y otra vez.

    Por ejemplo, cada vez que me ve preparar una receta, viene corriendo para querer hacerla ella también. Alguna vez que estoy más tranquila le he dejado «ayudarme», pero otras veces que tengo prisa y estoy más nerviosa no le he dejado y ella ha llorado y gritado muchísimo. He llegado a la conclusión de que por el bien de las dos, es inútil negarme y que debo aceptar que una parte de los ingredientes los tengo que reservar para que mi hija los manipule aunque luego haya que tirarlos (sin que ella lo sepa, claro).

    Otro ejemplo, para dormir siempre quiere que le de la mano y lo cierto es que después de casi 5 años haciéndolo me gustaría que ya no necesitase hacer esto. Una expectativa más realista es comprender que es lo que todavía necesita y que tengo que tener paciencia. Algún día ya no lo necesitará.

    Otro ejemplo, cuando mis hijos están jugando aprovecho para ponerme a hacer algo en el ordenador, pero en seguida mi hija viene para que le preste atención. Yo me voy poniendo cada vez más nerviosa y acabo enfadándome. Lo más realista sería pensar que todavía me va a buscar para que le haga caso y que debería dejar el ordenador para otro momento.

    Una solución a mi enfado en situaciones concretas como las de los ejemplos sería preguntarme a mi misma ¿Es tan importante realmente lo que me está pidiendo? ¿No puedo ser un poco más flexible?

    Totalmente de acuerdo con un comentario anterior. No somos perfectas y a veces también nos enfadamos. Yo prefiero ver esto como no como un fracaso, sino como parte de mi aprendizaje (como cuando un niño que está aprendiendo a caminar se cae constantemente, pero siempre se levanta para seguir intentándolo).

    Saludos…

  • Mireia dice:

    Hola Olga!
    Muchas gracias por estos vídeos, que de verdad nos ayudan y nos orientan en el camino maravilloso, aunque a veces difícil, de ser padres.
    Tengo tres niños, el mayor de 5 años y dos mellizos de 22 meses.
    Mis expectativas sobre mí, serían:
    1. No perder la paciencia y acabar gritando cuando no me escuchan o he dicho una cosa 50 veces.
    Realista: Ser consciente de qué están haciendo en ese momento y que igual en ese momento no pueden hacer lo que yo estoy pidiendo. Avisar con tiempo de aquello que hay que hacer para que se vayan mentalizando. Intentar detectar el momento en el que están y pactar con ellos aquello a realizar. Ante una posible pérdida de paciencia, pararme, respirar y intentar reorientar el momento.
    2. Pasar todo el tiempo posible con ellos, jugando y en actividades que a ellos les interesen.
    Realista: El tiempo que pase con ellos, que sea de calidad.
    3. Ser facilitadora de la buena relación entre mis hijos para que se lleven bien y tengan buena relación.
    Realista: Intentar no reñir o culpabilizar a ninguno de ellos ante un conflicto.
    4. Ser un ejemplo para mis hijos para que sean personas empáticas, respetuosas, solidarios, responsables y con unos buenos valores.
    Realista: Estos valores están en casa, relajarme y dejar que ellos sean ellos mismos. Los valores los asumirán si los ven en el entorno.
    Las expectativas con mis hijos son:
    1. Que sean respetuosos y traten al resto de personas como les gustaría ser tratados.
    2. Que se respeten como personas de una misma familia que son y no se peguen.
    3. Que sean sociables.
    4. Que sean autónomos.
    5. Que valoren todo lo que tienen, tanto material y no material, y que comprendan lo afortunados que son.

    La verdad es que me cuesta hacer el ejercicio y extrapolarlo a una expectativa más realista. En la práctica me parece mucho más complicado pararte y pensar dos veces como actuar.
    Muchas gracias!!!

    • Olga Marín dice:

      Mireia,
      Muchas gracias. Me parece fantástica tu manera de reformular tus expectativas sobre ti misma. Ahora te falta las que tienes hacia tus hijos. La número 1 me parece una expectativa sana y no veo que haya que cambiar nada. Pero deberías reflexionar un poco sobre la 2, 3, 4 y 5.
      Un abrazo!

  • Mery dice:

    Buenos dias,
    Tengo una hija de 2 años que comenzó con rabietas desde el año. Las expectativas que tengo con mi hija desde casi que nació es que tiene que dormir X horas y se tiene que acostar pronto para que al dia siguiente se pueda levantar bien para ir a la guardería y que debe comer lo que le pongo en el plato y no tirarlo rechazando la comida que le ofrezco, además de estar tranquila mientras come (no subiendo y bajando las piernas hasta tener que darle de comer mientras corre por la cocina), sin tirar la comida a idea. Y la expectativa personal es que debería comer conmigo en un ambiente armonioso, debería obedecerme cuando le digo las cosas como por ejemplo vestirnos antes de ir al cole (sin tener que perseguirle por el pasillo con la ropa para que se la ponga). Gracias

    • Olga Marín dice:

      Hola Mery,
      Has hecho la primera parte del ejercicio, que es nombrar las expectativas. Ahora se trata de reescribirla para hacerlas más realistas, ya que por lo que veo, tus expectativas son imposibles de cumplir para tu hija!
      Un abrazo.

  • Ana dice:

    Queridas mamás-om:

    Qué suerte tenemos contigo Olga. Mi madre el otro día me dijo «Ojalá hubiera existido mama-om en mis tiempos».

    Y ahora sobre tu pregunta:

    Expectativas sobre mis hijos:

    1- Que no se peguen ni me peguen cuando se enfaden.
    Más realista sería: Mis hijos van a madurar algún día y a aprender a expresar el enfado sin violencia.

    2- Que la hora de ir a la cama transcurra con más tranquilidad y sin batallas, gritos, lloros…
    Más realista sería: Mis hijos son todavía pequeños y necesitan tiempo, tiempo y más tiempo…

    Expectativas sobre mí:

    1- Yo soy la responsable, por eso debo de estar SIEMPRE a la altura de los retos que me plantean mis hijos.
    Más realista sería: A veces gestiono muy bien y otras no tan bien (porque yo no me encuentro bien) pero eso no significa un fracaso. Patinar es parte del proceso. Los resutados no son inmediatos.

    2- No ser un mal ejemplo para mis hijos, por ejemplo cuando les grito.
    Más realista: Nadie es perfecto. Mis hijos aprenden de mí que yo me disculpo y les pido perdón.

    Un saludo a todas!
    Ana

  • Ester dice:

    Hola Olga,
    Soy Ester, la verdad es que tus videos son muy interesan e indican muchas veces nuestro día a día.
    En cuanto a los retos que tengo es:
    Sobre mi:
    1. Tener paciencia, que aunque hay veces que lo consigo otras muchas no, tengo 1 niño de 6 y 1 niña de 4 años.
    2. No ponerme nerviosa ni enfadarme porque últimamente noto me enfado mucho y no quiero.
    3. Repito las cosas muchisimas veces aunque a veces trato de decirlo 1 unica vez y si no me escuchan pues nada!pero muchas veces se lo repito de nuevo.
    4. Ser una madre ejemplo, no morderme las uñas, ser responsable, que lo soy y demasiado, hacer todo bien…porque pienso ellos ven y se fijan de absolutamente todo, al 100% y quisiera aprendieran cosas siempre buenas.

    Y de ellos:
    1. Que hagan caso a la primera.
    2. Que no se peleen.
    3. Que no esté uno pendiente del otro.
    4. Que el niño se fije más en las cosas, que no sea despistado.
    5. Que la niña no se queje tanto y no grite que tenga más paciencia.
    6. Que se ayuden mutuamente aunque lo hacen pero no siempre.
    7. Que sean educados, en casa y fuera.
    8. Que respeten a los demás, que no molesten. Si alguien dice «no» que paren, que no continúe (haciendo cualquier cosita), sobre todo el niño.
    9. Que aprendan a disfrutar de las cosas, que aprecien todo lo que tienen.

    Y podria continuar….pero creo es un buen comienzo.

    Muchas gracias.
    Un abrazo
    Ester

  • María dice:

    Buenos días OLGA, soy María y de nuevo te doy las gracias por todo el material que compartes porque me ayuda un montón.
    En cuanto al ejercicio que nos has mandado, los retos que yo me pondría, serían 3 muy importantes para mí:

    1- Lo primero de todo es estar siempre ahí para mis hijos.

    2- Tener más paciencia con mi hijo de 10 años y no perder los nervios, que es algo que hago con mucha frecuencia porque él me reta constantemente.

    3- No repetir las cosas 20 veces, que es otra cosa que hago todos los días, ya que su obediencia es pésima.

    Y los tres retos que pondría para mi hijo serían:

    1- Que quiera y respete a su hermana, ya que le pide ayuda, ella se la da y mientras le presta la ayuda él la está picando, no escuchándola, pinchandola con el lapicero,….

    2- Que me escuche y me obedezca, ya que muchas veces cuando le mando hacer algo, lo que hace es retarme y no hacer nada, se tira por en el suelo, dice que le duele algo, se pone a dar vueltas por casa y claro, a mí me saca de quicio….

    3- Que sea educado y considerado con los demás .

    Muchas gracias y un cordial saludo

    María

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