Nos separamos. ¿Cómo se lo decimos a nuestros hijos?

Hoy escribo sobre el divorcio al hilo de la consulta que me hace una mamá que está en proceso de separación y necesita alguna pauta para comunicárselo a sus tres hijos este fin de semana. En un momento tan delicado es importante que la pareja pueda ponerse de acuerdo sobre qué les van a decir a sus hijos y cómo van a hacerlo, de forma que puedan minimizar en lo posible el impacto de la noticia.

¿Qué les decimos y cómo lo hacemos?

  1. Es imprescindible que ambos habléis con vuestros hijos al mismo tiempo. Limitaos a decirles lo más importante e inmediato: que sus necesidades básicas seguirán estando cubiertas.
  2. También es importante que sepan que seguirán relacionándose tanto con papá como con mamá. Obviamente habrá cambios, pero necesitan saber qué cosas seguirán igual. Necesitan saber que ambos seguiréis queriéndoles igual a pesar de los cambios de rutina.
  3. Deben saber que la separación es final; no hay que darles falsas esperanzas de que volveréis a estar juntos algún día.
  4. Al mismo tiempo, aseguraos de que les quede bien claro que la separación no es culpa suya. Muchos niños se culpan de la separación de sus padres y necesitan saber que no es en absoluto así. Repetidlo las veces que sea necesario en la conversación. “Os queremos, siempre os querremos y cuidaremos de vosotros, pero ya no vamos a vivir juntos en la misma casa”.
  5. Dadles la oportunidad de preguntar sobre sus miedos y preocupaciones y tomáoslas muy en serio. Así es como vuestros hijos sentirán que entendéis el impacto que la separación va a tener en sus vidas.
  6. Admitid que será un periodo duro y triste para todos, pero que se resolverá con un poco de tiempo.

La comprensión que un niño tiene de la separación de sus padres depende de la etapa del desarrollo en la que se encuentre. Así es como podéis ayudar a vuestros hijos a transitar ese momento.

Bebés

Notan cambios en el nivel de energía y el estado emocional de sus padres. Se pueden sentir más irritables y manifestarlo con llantos. Puede haber cambios en el sueño y en otras rutinas.

¿Qué podéis hacer?

  • Mantener las rutinas normales.
  • Asegurarles de vuestra presencia continua con afecto físico y palabras cariñosas.

Niños pequeños

Pueden expresar empatía con el progenitor que se siente triste. Entienden que uno de los progenitores se haya marchado de casa. Puede que expresen enfado hacia uno de los progenitores. Puede que hagan regresiones en temas como el control de esfínteres, chuparse el dedo, etc. Pueden haber cambios en las rutinas del sueño o aparecer pesadillas.

¿Qué podéis hacer?

  • Pasad más tiempo con vuestros hijos en la etapa de preparación a la separación.
  • Aseguradles que los queréis con muestras físicas y verbales.
  • Mostrad empatía con su enfado, con su tristeza y con sus regresiones. Todo volverá a su cauce con el debido tiempo.
  • Hablad con sus educadores para que colaboren con vosotros en esta etapa de transición.

Preescolares y escolares

Los preescolares entienden que uno de los progenitores ya no viva en casa. Los niños de primaria comienzan a entender que la separación significa que sus padres ya no vivirán juntos ni estarán casados, y que sus padres ya no se aman. En esta edad, es habitual que los niños se culpen del divorcio. Puede que se preocupen de los cambios que se van a producir en sus vidas cotidianas. Se pueden producir más pesadillas. Muestras de tristeza debido a la ausencia de uno de los progenitores. Los preescolares pueden mostrarse agresivos y enfadados con el progenitor al que culpan. Además, como en esta época no hay una clara distinción entre realidad y fantasía, pueden imaginar que sus padres volverán a unirse.

¿Qué podéis hacer?

  • Repetidles que no son responsables de la separación.
  • Aseguradles que sus necesidades serán satisfechas y decidles quién se ocupará de ellos.
  • Hablad con ellos sobre sus sentimientos; sed empáticos con sus miedos.
  • Leed juntos libros sobre ese tema. Puedes encontrar varios en tu biblioteca local.
  • Recordadles con suavidad que la  situación no cambiará, que no volveréis a estar juntos.

Pre-adolescentes y adolescentes

Entienden lo que significa el divorcio, pero pueden tener dificultades para aceptar la realidad de los cambios que comportará para la familia. Aunque piensan a un nivel mucho más complejo, puede que sigan culpándose de la separación. Pueden sentirse abandonados por el progenitor que deja el hogar familiar. Puede que no quieran ver a sus amigos ni practicar sus hobbies habituales. Pueden ponerse agresivos, rebeldes, empezar a usar tacos (comportamientos que en general no sean habituales en ellos)Pueden empezar a preocuparse por cuestiones adultas, como la economía familiar, y a querer asumir responsabilidades que no les tocan por edad.

¿Qué podéis hacer?

  • Estad dispuestos a hablar siempre que lo deseen.
  • No uséis a vuestros hijos adolescentes como confidentes; apoyaos en vuestros amigos y familiares.

Ahora te toca a ti. ¿Has pasado por una separación y quieres compartir tu experiencia para que la mamá interesada se pueda beneficiar? Te espero en los comentarios.

Un cálido abrazo y hasta la semana que viene.

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