
Niños sin límites
La mayoría de mamás temen educar un hijo sin límites. Muchas me habéis hablado, medio en broma, medio en serio, de las horribles escenas que habéis visto en el programa de TV Hermano Mayor, y no queréis que vuestro hijo termine igual cuando llegue a la adolescencia.
Así que algunas se pasan de autoritarias y ponen un millón de límites arbitrarios y sin sentido. No entienden que al "pasarse tres pueblos" con los límites pueden acabar provocando un efecto rebote, es decir, que su hijo acabe rebelándose y enfrentándose a una situación que percibe como claramente injusta.
Otras, por el contrario me reconocen que son demasiado permisivas, tal vez porque pasan muy poco tiempo con sus hijos y sienten que deben compensarles de alguna manera. O porque no saben cómo poner los límites, o qué límites poner. ¡Es confuso!
Lo que hoy te quiero contar son precisamente las consecuencias de educar a tu hijo sin límites, o con los límites muy difusos, poco claros. Y no es necesariamente que tu hijo vaya a terminar actuando como un personaje de Hermano Mayor.
1. Si no le pones límites a tu hijo, le costará ponerse límites a sí mismo
A un niño sin límites, o difusos, le costarás desarrollar autodisciplina y autocontrol, algo importante para la escuela y la vida adulta. Cero límites, o límites difusos, le privan de esta importante habilidad.
2. El niño siempre gana, otro siempre pierde
Aprende que en las relaciones siempre va a ganar él. Eso le puede dificultar las relaciones con sus iguales, o el tener una pareja estable en el futuro. Es lo que todas tanto tememos y que se conoce como "niño malcriado".
3. Las mamás (y papás) permisivos bajan sus expectativas, y acaban resentidos con su hijo
Es cierto que muchos progenitores tienen a veces unas expectativas demasiado elevadas para la edad de su hijo. Pero si tus expectativas son realistas y siempre acabas cediendo en cosas que consideras importantes para el bienestar de tu hijo por miedo a ponerle demasiados límites, o a que tenga una rabieta con la que te cuesta enfrentarte, flaco favor le estás haciendo.
4. El niño asocia la idea de felicidad a la satisfacción de sus deseos
Tu hijo no aprende que puede sentirse bien a pesar de no conseguir lo que quiere, que la felicidad no es sinónimo de tener todo aquello que deseo, sino independiente de si lo tengo o no. Lo que se llama bienestar interior, que no depende de si consigo o no consigo, de si tengo o no tengo.
5. Un niño sin límites es un niño desprotegido
Tu hijo necesita saber que tú estás en control, que tú le vas a proteger. Por eso un niño sin límites los buscará constantemente. Ahí es cuando muchas mamás se quejan de que su hijo "busca los límites todo el tiempo". Porque su hijo no confía en que sus padres estén en control.
Si quieres saber cómo puedes poner límites a tu hijo, puedes leer este post.
Y si tienes cualquier duda, pregunta o quieres compartir tus ideas, te espero en los comentarios.
Un abrazo y hasta la próxima.
