
Extraescolares, ¿sí o no?
Me escribe una mamá que compró uno de los cuadernos de inteligencia emocional para pedirme que hable del tema de las actividades extraescolares. Su petición concreta era: ¿debo apuntar a mi hijo de 4 años a música e inglés?
Si decides que tu hijo no haga ninguna actividad extraescolar, pasarás a engrosar las filas de las raras de este mundo. ¡Tal vez incluso sufras un ataque pánico por si tu hijo se está perdiendo algún tipo de conocimiento imprescindible para su vida adulta! Y si eres de las que optas por las extraescolares, tanto si te parecen importantes como si las has elegido por cuestiones logísticas, tal vez no sepas que tienen tanto ventajas como inconvenientes.
Como parece que es un debate con grandes divergencias de opinión, hoy te doy algunas pistas para que tomes la decisión que más convenga al bienestar de tu hijo.
Yo parto de la premisa de que una actividad extraescolar debería respetar al máximo los intereses de tu hijo, además de ayudarle a desarrollar habilidades no relacionadas con los estudios, sino con la inteligencia emocional, de la que ya he hablado aquí y aquí. No estoy radicalmente en contra de que los niños hagan extraescolares, aunque la verdad es que considero que un niño de 4 años necesita, sobre todo, jugar, jugar y jugar, si puede ser mejor al aire libre. Después de estar un montón de horas sentado en la silla del cole, ir al parque con mamá o papá me parece la mejor extraescolar del mundo. En esta actividad tu hijo tiene las dos cosas que más le benefician: la presencia de sus progenitores, y el juego no estructurado. Caballo ganador.
No olvides que un niño pequeño necesita todavía muchísima presencia materna/paterna; pasar tiempo en familia debería ser, a mi juicio, tu prioridad número uno. Si hacer una o dos extraescolares resta tiempo en familia, pues no. Sin embargo, si el resto de la semana se lo puedes dedicar a tu hijo, pregúntale si le apetece probar tal o cual cosa (y debo aclarar que ir a clases de refuerzo de mates en uno de esos famosos centros que tan de moda están no me parece una extraescolar, sino una tortura).
¿Ventajas y desventajas de las extraescolares? Si la actividad extraescolar se centra en desarrollar la parte física y creativa (deportes no competitivos, danza, música o arte), vale. El perjuicio llega cuando tu hijo llega al final del día derrotado, o está de mal humor, o desbordado entre extraescolares y deberes. Ahí te va a tocar evaluar qué está pasando en su horario.
Tampoco olvides que los niños con un horario altamente estructurado acaban no teniendo ni idea de cómo divertirse durante más de una micromilésima de segundo. Me parece que más de dos actividades extraescolares para los niños de primaria ya es más que suficiente. Calcula las horas que pasa a la semana en el cole: unas 35 si se queda a comer. Calcula las que pasa haciendo deberes o estudiando para controles. Calcula, además de todo eso, las que va a pasar haciendo extraescolares. La cosa se parece bastante al horario de un adulto, ¿no? ¡Un niño es un niño! ¿Cómo es que nos hemos olvidado de esa evidencia?
Y tú, ¿dices sí o no a las extraescolares? Dale tu opinión a Marta en los comentarios de abajo, a ver si la muchacha se nos aclara.
Un cálido abrazo y hasta la semana que viene.