¿Cómo dejar de ser perseguidora, víctima o salvadora? (Segunda parte)

Hace unas semanas, introduje el tema de los 3 papeles psicológicos que desempeñamos en nuestras relaciones: Perseguidora, Víctima o Salvadora. El post generó interés y muchas me pedisteis que ampliara la información relativa a cómo salir de esos papeles.

Para salir del llamado triángulo dramático y relacionarte desde el triángulo del ganador, o de la comunicación positiva, necesitas desarrollar una serie de habilidades específicas, que ya apunté en el post anterior. Vamos a verlas con más detalle.

Si te reconoces en el papel de Víctima...

Necesitas desarrollar la habilidad de resolver problemas por ti misma. Para ello...

  • Activa tu parte Adulta para analizar la situación y buscar posibles soluciones. Si dentro de esas posibles soluciones está el buscar ayuda externa, hazlo, pero...
  • No deposites la responsabilidad de tu vida en el otro. Te toca aprender a aceptar que la responsabilidad de tu vida es tuya al 100%, para lo bueno y para lo malo.
  • Deja de quejarte y toma las riendas de tu vida. Si tú no lo haces, ¿por qué debería hacerlo otra persona?

Cosas que puedes hacer sin ayuda terapéutica (autoayuda):

  1. ​Aprende resolución de problemas (definir el problema, generar alternativas, evaluar y seleccionar alternativas, implementar soluciones)
  2. Lluvia de ideas. Ante un problema o conflicto, haz una lluvia de ideas sin censurar nada de lo que se te ocurra, y luego evalúalas desde tu parte Adulta. 
  3. Atiende también a tus sentimientos. ¿Qué siento en esta situación? ¿Qué me está diciendo este sentimiento?

Si te reconoces en el papel de Salvadora...

Necesitas desarrollar la habilidad de escuchar al otro. Para ello...

  • Aprende a respetar la capacidad del otro de resolver sus propios problemas y satisfacer sus propias necesidades, así como de pedir lo que necesite sin que tú te adelantes. No te responsabilices de la vida de los demás, no te adelantes a no ser que te lo pidan. 
  • Contacta con tus propias necesidades y sentimientos y ofrece ayuda solo si deseas ayudar genuinamente. Si no deseas estar disponible, declina sin sentirte culpable.
  • La manera más segura de ayudar al otro sin rescatarlo es escuchándolo. 

Cosas que puedes hacer sin ayuda terapéutica (autoayuda):

  1. ​Aprende escucha activa. De forma muy resumida, cuando hago escucha activa escucho lo que dice el otro con atención plena, sin juzgarlo ni evaluarlo, y luego le devuelvo lo que ha dicho usando con mis propias palabras y también lo que creo que esta sintiendo. Es una forma de escucha que promueve la autonomía del otro, algo que necesita la Víctima con la que se relaciona el Salvador. 
  2. Invita al otro a iniciar un proceso de resolución de problemas (ver sección anterior).
  3. Ofrece ayuda específica siempre y cuando quieras hacerlo, atendiendo en primer lugar a tus necesidades.

Si te reconoces en el papel de Perseguidora...

Necesitas desarrollar la asertividad. Para ello...

  • Pide lo que necesitas. 
  • Di que "no" a lo que no quieres.
  • Expresa aquello que te está causando un problema en la relación con el otro: explícale de qué manera específica interfiere su comportamiento en la satisfacción de tus necesidades, y dile qué cambio quieres que haga (qué quieres que haga diferente). No esperes a que el otro lea tu mente.
  • Negocia con el otro un plan en el que ambos ganéis y ninguno pierda. Si el otro no está dispuesto a hacer los cambios necesarios, busca la manera de satisfacer tus necesidades. 

En resumen...

Dejas de ser Víctima cuando...

  • ​Usas tu parte Adulta para analizar la información y resolver problemas.
  • Atiendes también a tus sentimientos para resolver problemas.

Dejas de ser Salvadora cuando...

  • No te haces cargo de algo a menos que quieras y te lo pidan.
  • No haces más de lo que te corresponde.
  • No haces lo que no quieres hacer.

Dejas de ser Perseguidora cuando...

  • Preguntas lo que el otro quiere.
  • Negocias con el otro.
  • Dejas de castigar al otro.
  • Buscas la manera de satisfacer tus necesidades.

Espero que este post haya aclarado un poco más la forma de salir del triángulo dramático. Ahora, te espero en los comentarios. ¿Tienes alguna otra duda o pregunta? ¿Qué necesitas cambiar tú?

Un abrazo y hasta la semana que viene.

Click Here to Leave a Comment Below

Xenia - enero 21, 2016

Cuando estas relaciones las tenemos y vemos con nuestros hijos pequeños… ¿funciona todo exactamente igual?

SI veo a mi peque (5 años) que pide desde la víctima, que es el rol que concretamente veo en él, … puede que lo haga porque es lo que se refleja en casa? cómo puedo ayudarlo?

Igual te da para un artículo más enfocado al tema padres/madres-hijos/as 😛

Gracias Olga!

Reply
    Olga Marín - enero 21, 2016

    Funciona igual en el sentido de que a las Víctimas no hay que rescatarlas y sí fomentar su autonomía. En los niños pequeños es un trabajo que debemos hacer igualmente, jueguen o no a Víctimas. No sé si lo ve reflejado en casa, eso no lo puedo saber sin más datos. Supongo que te refieres a que tu hijo te pide que hagas cosas por él que podría hacer solo, ¿no? No me ha quedado muy claro. Si es así, hay que ir evitando caer en el solucionar constantemente, es algo muy propio de las madres: hacer de Salvadoras con los hijos Hay que cuidar eso. ¿Te sirve la respuesta, o quieres poner un ejemplo más concreto y vemos?
    Un abrazo, Xènia!

    Reply
      Xenia - febrero 2, 2016

      Gracias Olga!!
      Al analizar tu respuesta, te estaba escribiendo y me doy cuenta, creo, que a veces confundo rabietas con el papel de víctima… o que sus rabietas a menudo son desde la víctima más que desde el enfado…

      A veces parece también que necesita un motivo para llorar o descargar algo y entonces encuentra pegas a todo (pero en plan drama victimista) y me busca y pincha hasta que tiene algo dónde cogerse, un motivo válido para él, para descargar lo que sea que le pase, que creo que muchas veces ni él sabe.

      Hay días que tengo toda la paciencia del mundo y lo estoy viendo e intento ayudarle a buscar el motivo de su enfado o su ‘victimismo’ o por lo menos a gestionar el momento y rato después de haber lidiado con el tema me reconoce que no sabe qué le pasa en ese momento ni se acuerda de qué generó todo esto…

      Hay días que entro en el juego y rápidamente me engancha y descarga conmigo la frustración, enfado o lo que sea que lleve dentro…

      Igual me voy del tema? Lo relaciono porque muy a menudo la atención, ya sea en rabietas o en pedir, es desde la víctima. En casa. Porque en la escuela me dicen que es el niño más feliz del mundo y que cuando le pasa algo se calla y le cuesta mucho exteriorizarlo, aunque sabe poner límites a los demás niños… en fin… ahí andamos 😛

      Gracias Olga, y muack!

      Reply
Irene - enero 21, 2016

Muchas gracias Olga. Creo que este post me será útil para mejorar mi relación con los demás. Intentaré empezar con una cosa e ir ampliando.

Reply
Leave a Reply: