CÓMO LOGRAR QUE TUS HIJOS TE HAGAN CASO SIN PERDER LOS NERVIOS EN 30 DÍAS

Hay días en los que tu hijo te contesta a la mínima de cambio, se muestra rebelde, negativo, nada le parece bien, se enfada cuando no accedes a sus peticiones, tarda una hora en hacer cualquier cosa que le pides (ducharse, hacer los deberes, vestirse, recoger…).

Cuando no estás tan cansada lo llevas mejor y confías en que las cosas se acaben arreglando. Pero muchos otros días son largos y agotadores y lo último que necesitas es tener que lidiar con un niño desafiante y que no hace caso. 

Aun así, lo intentas con toda tu alma: respiras, mantienes la calma unos minutos. Pero tu hijo sigue provocándote y acabas estallando. Recurres a las amenazas, luego a los gritos y, al final, al castigo. Te has quedado sin recursos.

Tu hijo te mira con resentimiento y se te parte el alma. Tal vez te sientas la peor madre del mundo y te entren ganas de llorar.  Sientes remordimientos por no tratar a tu hijo como te gustaría y por perder la paciencia a menudo.  Créeme cuando te digo que te entiendo porque durante mucho tiempo me sentí así.

Quieres a tu hijo más que a nadie en el mundo, pero muchos días te sientes como una bruja. Sientes que has perdido el control, que a menudo tus hijos se portan mal y la convivencia en casa se te hace muy cuesta arriba. Te pasas el día enfadada y eso te provoca mucha ansiedad. No sirve nada de lo que haces, nada funciona durante mucho tiempo.

Incluso es posible que te sorprendas diciendo las mismas cosas que tus padres te dijeron a ti. Y te preguntas cómo es posible que estés repitiendo los mismos patrones dañinos con tus hijos. Parece que no puedas evitarlo, ¿verdad? Que sea más fuerte que tú. Pero es imposible hacer las cosas de modo distinto si no sabes cómo.

Déjame que te diga una cosa. ¡No es culpa tuya! Nadie te enseñó cómo conseguir que la relación sea más fácil, más fluida, más alegre. Nadie te enseñó a crear una profunda conexión con tus hijos, que les motive a querer cooperar contigo. 

Sí, seguro que has leído todo lo que ha caído en tus manos sobre educación, que has asistido a charlas y has hecho cursos buscando respuestas. Has aplicado los consejos que ofrecen, pero ninguno funciona a largo plazo.

¿Por qué? Porque la mayoría de esos consejos son estrategias incompletas. Porque la única manera de conseguir que tus hijos te hagan caso sin perder los nervios es la que voy a contarte. 

Después de 10 años ayudando a cientos de madres que buscan una forma respetuosa de educar, una cosa nos une a todas: la necesidad imperiosa de aprender a aceptar a tus hijos por un lado, dominar tus reacciones por otro, y lograr que tus emociones no te superen cuando tu hijos te desafían y se portan mal.

Además, quieres recursos diferentes a gritar o castigar, recursos más eficaces y que te ayuden a superar tus momentos de descontrol.

Pues bien, has llegado al lugar adecuado. Voy a darte una guía muy clara y concisa para que:

Dejes de perder los nervios aunque creas que no puedes evitarlo

Tus hijos te hagan caso y cooperen aunque nada de lo que has hecho hasta ahora haya funcionado

Tengas más paciencia

Laura

Mi niña es adorable, la quiero con locura pero me tenía frita. Yo soy una persona que tiene bastante pronto y perdía la paciencia muy a menudo y acababa chillando, ella llorando, mi marido diciéndome que tengo poca paciencia… yo sintiéndome fatal… vamos, un desastre. Después de estas semanas me siento mucho más tranquila y nuestra relación (tanto la mía con la niña, como la mía con mi marido) ha mejorado mucho.

Imagina muchos más momentos de risa y conexión.

Imagina a tus hijos cooperando contigo porque quieren complacerte, no desde el miedo, sino desde la conexión profunda que sienten contigo.

Imagínate con paciencia y sin culpa.

TE PRESENTO EL MÉTODO O.C.A. PARA LOGRAR QUE TUS HIJOS TE HAGAN CASO SIN PERDER LOS NERVIOS

Mª José

El curso me está sirviendo un montón, ya que me está dando muchos recursos para comunicarme mejor con mi hija y entenderla. Ahora ya no la veo solo como una persona testaruda que intenta sacarme de quicio, sino como una persona que está experimentando muchos cambios emocionales y que en la mayoría de las ocasiones no puede contener su rabia. 

El método O.C.A. te enseña a controlar tus reacciones cuando tus hijos no te escuchan, no te hacen caso o te retan,  y te conecta con ellos a un nivel profundo. Es esta conexión lo que necesitas para que tu hijo quiera cooperar contigo. Por fin te sentirás orgullosa de ti misma, confiada y segura de lo que haces.

Quizá digas: “Ya lo he probado todo y nada funciona a largo plazo”. Lo que has probado puede ser algo o todo esto:

  • Razonar con el niño. Esto no funciona durante los momentos de  estrés, solo mucho después. Y jamás como única herramienta porque el niño no se siente comprendido, respetado y aceptado, y desde ahí no puede cooperar.
  • Respirar, relajarte o alejarte en momentos de alto estrés. Es como poner una pequeña tirita en una herida, solo funciona un momento puntual.
  • Castigar y poner consecuencias. Esta es la forma más directa de dañar la relación con tus hijos, pues genera mucha rabia y resentimiento.

En cambio, el método O.C.A. preserva la relación, enseña responsabilidad, genera hijos cooperadores y madres tranquilas y seguras.

Mira lo que dice Pam Leo, experta en crianza con apego:

 

El nivel de cooperación que los padres obtienen de sus hijos es igual al nivel de conexión que los niños sienten de sus padres.

Pam Leo

 

¿Comprendes ahora que no lo has probado todo?

Si además tu hijo tiene un temperamento fuerte, este es el único método que funciona a largo plazo porque busca la conexión con el niño. Los niños de temperamento fuerte necesitan más que otros de esa conexión para cooperar. De lo contrario, buscarán hacer lo que ellos quieran. Hasta que tu hijo de temperamento fuerte no sienta la conexión, no aceptará tu guía.

LOS 30 DÍAS, PASO A PASO

PASO 1 OBSERVACIÓN

Durante los primeros 10 días, averiguarás por qué no consigues controlar tus reacciones cuando tus hijos te ponen al límite, lo cual puede tener en ellos repercusiones negativas profundas. Aprenderás a responder con serenidad en lugar de enfadarte y de recurrir a los gritos, los castigos y las amenazas. El impacto de tan solo 10 días tanto en ti misma como en tus hijos es extraordinario.

  • Día 1: Lo único que necesitas para responder con serenidad
  • Día 2:  Formas de derrotar a tu voz interior crítica
  • Día 3: Cómo conectar con tus emociones de forma fácil
  • Día 4: Tomar consciencia de tus pensamientos
  • Día 5: Conectar con la necesidad de tu Niña Interior
  • Día 6: Cómo descifrar tus necesidades emocionales
  • Día 7: Claves para atender a tu Niña Interior en el aquí y ahora
  • Día 8: Cómo responder a la necesidad de tu Niña Interior
  • Día 9: Aprender a descifrar lo que tu hijo comunica con su comportamiento
  • Día 10: Cómo conectar con tu hijo de forma definitiva

¡Felicidades! Has dado un paso de gigante porque has conseguido dejar de perder el control cuando tus hijos te sacan de tus casillas.

PASO 2 COMUNICACIÓN

Una madre que sabe escuchar, ser asertiva y negociar es una madre eficaz. En estos 10 días, aprenderás 3 herramientas de comunicación muy potentes y aprenderás a escuchar a tus hijos de forma activa, hablar con asertividad y negociar en los conflictos. Después, estarás disfrutando de una vida familiar mucho más armónica.

  • Día 11: Test: ¿Cuál es tu estilo cuando lidias con un conflicto?
  • Día 12: Las 3 claves para una mejor comunicación con tus hijos.
  • Día 13: ¿Cómo decidir quién tiene el problema? ¿Qué hacer después?
  • Día 14: Los 12 errores que cometes al escuchar y las soluciones.
  • Día 15: Las 5 dificultades al escuchar y cómo evitarlas.
  • Día 16: Técnicas de escucha activa.
  • Día 17: Qué hacer cuando tu hijo no te hace caso. Casos prácticos.
  • Día 18: Método paso a paso para negociar durante un conflicto.
  • Día 19: Casos prácticos de negociación con niños pequeños y grandes.
  • Día 20: Las 6 claves para que la negociación tenga éxito.

¡Felicidades! Has aprendido a escuchar, a ser asertiva y a solucionar conflictos entre vosotros. Tus hijos te están escuchando cuando les hablas sin tener que repetir las cosas 10 veces y la comunicación entre vosotros fluye como nunca.

PASO 3 autocuidado

¿Te suena esto? «He vuelto a gritar a mis hijos, me siento como una bruja”.   Necesitas mantener tu depósito lleno para tener algo de calidad que ofrecer a tus hijos. Solo puedes dar lo que tienes dentro. Aprender autocuidado radical es la herramienta más potente para llenar tu depósito de paciencia con tus hijos y con el mundo. Al final de estos 10 días, habrás elevado tu nivel de serenidad de forma exponencial.

  • Día 21: Autocuidado físico. Plan de autocuidado y prácticas.
  • Día 22: Práctica: «Calmar y reconfortar».
  • Día 23: Autocuidado mental para cuando la cabeza está demasiado llena.
  • Día 24: Práctica: «Visualizar y mantras».
  • Día 25: Autocuidado emocional: ¿Cómo hacerte amiga de tus emociones?
  • Día 26: Práctica: «Meditación de las emociones».
  • Día 27: Autocuidado relacional: Cómo relacionarte para sentirte a gusto por dentro.
  • Día 28: Práctica: Observando mis relaciones.
  • Día 29: Autocuidado espiritual para alinearte con tus valores.
  • Día 30: Práctica y resumen de todo lo aprendido.

¡Felicidades! Has aprendido a hacer espacio para ti y consigues tener tu depósito al menos medio lleno. Esto te da una reserva extra de paciencia con tus hijos y serenidad para afrontar los momentos de estrés.

ESCUCHA AHORA UNA LECCIÓN DE MUESTRA

Paloma

El curso llegó en un momento perfecto. Mi hijo ya había llegado a un punto de desarrollo en el que me podía comunicar bien con él y ya podíamos empezar a negociar. Además, tenía a mi hija pequeña a punto de empezar a mostrar su identidad. Me daba miedo ser demasiado permisiva. Y también estaba empezando a tener momentos de llegar al límite cuando mi hijo se negaba a hacer una cosa.

Necesitaba recursos para saber cómo gestionar esas situaciones. En definitiva, me sentía insegura y tenía miedo de que se me fuesen las cosas de las manos por no saber cómo actuar. 

Ahora me siento mucho más tranquila, segura y preparada. Siento que tengo recursos suficientes para hacer las cosas como quiero hacerlas. He conseguido exactamente lo que buscaba: seguridad para educar de forma correcta y coherente. Me siento más preparada para afrontar la educación de mis hijos. Estoy confiada en que conseguiré darles una educación emocional saludable. También me ha servido para concienciarme de que tengo que cuidarme más y trabajar más mi vida emocional. 

La gran ventaja de este curso es que te permite seguirlo sin tener que dedicarle tiempo que no tienes. Es muy práctico, directo y te da las bases para que tomes el control y te empoderes. Cuando tú estás tranquila, descansada y tienes seguridad y confianza en lo que haces, tu mente se vuelve creativa y sabes gestionar cualquier situación. Eso a su vez hace que te agotes menos física y mentalmente. Creo que vale la pena emplear tus recursos (tiempo y dinero) en mejorar tu vida familiar y no familiar, porque muchos de los recursos que da Olga no solo sirven para relacionarte con niños. Mejoras tu relación contigo misma, con tu familia y con el resto de personas que te rodean.

GUÍA, APOYO Y COMUNIDAD

  • 30 lecciones cortas en audio, vídeo y pdf

    No te resulta un calvario terminarlo. Puedes imprimir o escuchar las lecciones mientras haces otras cosas.

  • Curso totalmente online

    Puedes hacerlo desde donde quieras y cuando quieras.

  • Acceso para siempre

    Podrás repasar el material siempre que lo necesitas. Material descargable.

  • Foro y grupo de Facebook

    En el grupo de Facebook conocerás a otras madres que están recorriendo el mismo camino que tú y podrás preguntarme tus dudas. No te sentirás sola y mantendrás la motivación.

  • Sin fechas de inicio ni final

    Vas a tu ritmo y no estás sujeta a tiempos estrictos. Aunque te surjan imprevistos a lo largo del curso, nunca irás retrasada.

  • Ejercicios muy prácticos

    Lo que aprendes lo bajas a la vida real. Cada vez que practicas las lecciones compruebas el impacto positivo que tienen en la relación con tus hijos.

  • Corrección de los ejercicios

    Para que te sientas segura de que estás dando los pasos correctos.